jueves, 1 de agosto de 2013

10 días. Y que pare el tiempo en un instante eterno.



Por primera vez en mucho tiempo he vuelto a desear que realmente se parase el tiempo.
Y eso se lo tengo que agradecer a todas las personas y personitas con las que he compartido estos 10 días tan increíbles, en los que he aprendido un montón de cosas, como monitora y como persona.

Recuerdo el primer día en el bus, con miedo hasta de los niños, sintiéndome como la más niña de todos y preguntándome si sería capaz de hacerlo bien.
Lo cierto es que los primeros días fueron algo extraños, pero desde el primer momento ese fantástico grupo de monitores nos trato como si siempre hubiéramos formado parte de él y esa calidez y confianza se notan mucho y marcaron una gran diferencia.
Conforme han ido pasando los días hemos cambiado mucho e inevitablemente también fuimos cogiendo cariño a todos los que estaban conviviendo con nosotras.

A los monitores, agradecer ese apoyo y confianza que, sin tener por que, depositaron en nosotras, esas noches de risas juegos y bromas, a más de uno se le ha puesto morenito el culo en estos días. Y esas charlas (especialmente con dos de ellos) que tanto me han hecho pensar y descubrir cosas que antes ni siquiera era capaz de ver.
Sin Fanny, mi compi de prácticas tampoco habría sido lo mismo (porque todas las "novatadas" habrían sido dirigidas hacia mí...) no se como me habría ido sin tener una pequeña confidente que me ayudara y comprendiera en todo momento... Las risas que nos hemos echado juntas estos días no han sido pocas, me alegro de que fueras tú.
Gracias a todos por enseñarnos tanto.

A los pequeñajos bueno, simplemente cada uno de ellos es más increíble que el anterior, también he aprendido muchísimo de ellos y recordado otras tantas cosas que creía olvidadas, pienso que es importante no alejarse demasiado de los niños, pues poco a poco se acaba apagando una parte muy importante de uno mismo que luego es difícil de recuperar. Si bien es cierto que muchos de ellos acabaron con nuestra paciencia, no hay nada que no se pueda arreglar cuando te miran con esa sonrisa que les ilumina la cara, les voy a echar muchísimo de menos, a todos ellos. Cada uno tenía algo diferente que le hacía único y especial.
Y más en concreto a los Monsterjeans que fue el grupo con el que más tiempo estuve, a ellos y a su teacher, la mejor lección que me llevo de los monitores es la de disfrutar como el que más haciendo su trabajo.

Que son muchos días, conviviendo en nuestra propia burbuja apartada de todo con gente que no conoces de nada y que se acaba convirtiendo, quieras o no, en tu pequeña gran familia temporal... Echaré de menos las buenas noches, los abrazos mañaneros, las putadas, las siestas y cafés, las risas y sonrisas a cada instante, las conversaciones tan profundas... Todo.
El ser feliz con tan poco.
Y hay más de un niño y niña del que me voy enamorada.
No se si habré aprendido todo lo que podía llegar a aprender, pero desde luego he aprendido mucho más de lo que esperaba que iba a aprender en un sitio así.
Una vez más, muchísimas gracias. Me alegro de haber tenido la oportunidad de conoceros.



Y espero volver a veros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario