viernes, 6 de febrero de 2015

Hablemos.
Hablemos de ti, y de mí.
Hablemos de tus inseguridades, y de las mías, y de como las mías hicieron que te crecieras, que te creyeras más poderoso, cada vez más. Más que nadie. Lo eras.
Hablemos de lo mucho que te quiero, en mi recuerdo, en mi mente.
Hablemos de como tras las mías, tus inseguridades se volvieron virtudes y tus mentiras, maravillas fascinantes.
Hablemos también de mis mentiras, de como me autoengaño diariamente diciendo que te he superado.

Sin embargo algo ha cambiado en mí, y es que el otro día por primera vez de vi, te vi de verdad y no detrás del velo de mis inseguridades, aquellas que utilizaste para creerte mejor que yo.
Y lo que vi me asustó mucho...
Vi un niño, un niño muy pequeño y desesperado por encajar, mucho más asustado que yo, intentando llamar la atención, vi un niño que me utilizaba para ello; como si yo fuera un mero tesoro.
Y entonces lo que sentí no me gustó nada, prefería ese amor roto, prefería esa desesperación constante...
Sentí lástima, sentí mucha pena por aquel niño que, indefenso, luchaba por encajar  y no podría haber jugado peor sus cartas, pues era consciente de lo solo que estaba, aquel niño, aquel que fue el hombre de mis sueños bajo todas esas ilusiones que yo, y nadie más, había creado.
También sentí esa necesidad de protegerlo, como una madre a su hijo, contra todos los males del mundo, contra todos los golpes que estaban por llegar a su vida, supongo que en sus ojos aún veía el reflejo de aquel hombre maravilloso.

Ahora todo encaja, todos y cada uno de tus comportamientos, ahora es mucho más sencillo comprenderlo todo, comprenderte a ti. Jugábamos en niveles distintos.
Solo necesitaba alejarme un poco de la realidad para poder verla desde otro prisma diferente, lejos de mis inseguridades.
Ahora me siento furiosa, furiosa al comprender que he sido engañada por un niño, al entender que te aprovechaste de mi inocencia, de que yo me creía todas tus falacias y te veía como una persona increíble, increíble que estuvieras conmigo. Pero te veo, y ya me las conozco todas, entonces escucho  a ese niño, a mi lado, intentando contar las mismas falacias a nuevas personas para convertirse en el centro y me doy cuenta de lo triste que es tu vida... Ojalá estuviera en mi mano ayudarte a salir de eso.
Hoy, me doy cuenta de que es todo lo contrario.
Y que te arrepentirás, te arrepentirás mucho que haberme permitido escapar.
Pero yo no te podría estar más agradecida.

sábado, 31 de mayo de 2014

Realidades

Has elegido quererme.
El problema es que eso no se puede elegir y no quieres darte cuenta.
El problema es que yo ya estoy enamorada, del recuerdo de alguien inexistente.
El problema es que a veces esperamos demasiado de quien no puede darnos tanto.
El problema es que no queremos ver la realidad, y solo la aceptaremos cuando sea demasiado tarde y ya nos hayamos estrellado.

Me duele todo esto porque los golpes más duros son los que menos te esperas, porque dos personas que se supone que me querían me han visto llorar, me han visto apoyales, me han visto intentarlo todo de mil maneras y me han puesto la zancadilla para luego esconder el pie y reirse de su propia broma privada. Sin embargo las huellas siempre dejan un rastro y al final, todo sale.
Todo sale...
Me siento estúpida, pero no importa como me sienta, hasta hace unos días solo me importaba como se sintiera él.

Cuando quieres a alguien, esa persona no te sobra; jamás. Cuando quieres a alguien no eres capaz de mentirle a la cara, día tras día. Cuando quieres a alguien, no disfrutas de sus lágrimas bajo ninguna circunstancia; haces malabares para evitar que se derramen, no gozas provocandolas...
Y es que no te quieres dar cuenta... Pero de los errores se aprende y la experiencia está para no volver a repetir los errores. Tú no me quieres ni me has querido, solo te engañas.

No valen las palabras vacías... Cuentan tres meses de actos. De actos que solo se tienen cuando no quieres a esa persona, cuando esa persona te sobra pero intentas engañarte a ti mismo y el resultado es este.

Y, aunque me estuviera equivocando en todo lo anterior...
Lo siento, pero yo ya estoy enamorada... Hace meses que amo a una persona... Una persona diferente a todo conocido anteriormente... Él es alguien sincero, de esas personas que siempre dan la cara y por ello puede presumir de ser alguien totalmente transpartente "lo que ves es lo que hay", es alguien de una sola mujer de esos de los de antes que creen en los amores para toda la vida y no necesitan más, me cuida siempre que puede, no piensa solo por él piensa por dos y solemos hacer escapadas nocturnas, siempre tiene un rato para hablar conmigo durante horas. Además es alguien muy racional, siempre piensa las cosas y tiene algo interesante que decir. No le aburre estar a mi lado y le hacen gracia mis pequeños enfados, podría pasar mi vida entera a su lado...
Es una pena que solo exista en mis recuerdos.
Como puedes observar, no tiene nada que ver contigo y no me puedes pedir que quiera a alguien como tú, que eres un completo desconocido y además bastante diferente...

Y lo intento porque quiero quererte pero no puedo, no después de haber querido tanto a esa persona y luego descubrir que no existía, no puedo. Quiero, pero no puedo.

Pero no te preocupes, todo ocurre por alguna razón, ya te darás cuenta de la razón de mis palabras

miércoles, 30 de abril de 2014

No me estoy ahogando...

He hundido el barco. Lo he destrozado. Nuestro pequeño barquito, lleno de color y de ilusión. 
Ya no queda nada. Nos he empujado del barco hasta hundirlo para siempre.

No me estoy ahogando… 
Simplemente me arrastro a la deriva, en medio de un gran temporal. 
No me ahogo, aunque a veces trague agua y esté a punto de desistir, porque lo que busco no es huir del temporal. Le estoy plantando cara.
Le planto cara como puedo, pues ahora mismo me supera, me balancea y me golpea... Sería mucho menos doloroso dejar de luchar y permitir que me ahogue… No lo dudo, sin embargo no lo voy a hacer. Nadie ha dicho que sea fácil, pero seguiré luchando.
Porque pese a que ahora no pueda ver la luz, todos los temporales amainan y entonces sale el sol y se que antes o después se irán abriendo las nubes, poco, muy poco a poco, y se empezará a ver el cielo tímidamente. 
Entonces podré volver a volar a tu lado. 
Debo ir con cuidado, pues si te agarro demasiado fuerte mientras la tormenta me zarandea corro el riesgo de que seas tú quien se ahogue y entonces, habré perdido para siempre.
Sin embargo si no le planto cara al vendaval jamás volveré a ver el cielo junto a ti. 
Solo espero que para entonces tú no vueles demasiado lejos ni a ninguno de nosotros se nos haya olvidado como se hacía, eso de volar.
Que tú ya no crees en mi, que tú ya no crees en los vuelos compartidos. 
Es lógico... ¿Quién se atreve a volar tras la tormenta?

Solo hay algo que me falta para no hundirme; creer en mí misma.

Quién sabe... Quizás algún día, cuando el mar esté en calma, volveremos a construir un barquito. Uno mucho mejor.





sábado, 31 de agosto de 2013

Elecciones.

"No podemos volver atrás, por eso cuesta tanto elegir. Mientras no elijas, todo sigue siento posible" Las vidas posibles de Mr.Nobody

Pero, ¿qué es la vida sino una encrucijada de decisiones? Poco a poco, minuto tras minuto, vamos formando nuestra vida, tejiéndola, con cada decisión que tomamos, por insignificante que parezca.
Unas decisiones parecen tener vuelta atrás, otras no. Sin embargo aunque intentemos volver atrás, y lo consigamos, esa decisión ya habrá hecho su pequeño nudo en nuestra vida, imposible de deshacer.

"¿Alguna vez habrás tenido que tomar esta decisión, no? Entonces me comprendes"

Lo cierto es que no, tiendo a equivocarme en mis actos porque nunca estoy segura de lo que prefiero elegir. Simplemente me dejo llevar porque, todas las decisiones son un error y un acierto a la vez. Pero eso da igual porque nunca sabremos como serían las cosas de haber tomado otro camino. 
Esa incertidumbre es la que me bloquea.
Pero una decisión a tiempo puede librarte de mucho.

Una vez me contaron, que la vida es como un juego de cartas, algunas puedes elegirlas sobre la marcha, pero la mayoría de ellas no puedes elegirlas porque ya venían contigo, pueden gustarte o no, pero ahí están.

Lo que te define al fin y al cabo, no son las cartas que tienes, es la manera en que las utilices. Cuál será tu jugada, la jugada de tu vida.
Muchas veces es más sencillo no apostar.



miércoles, 28 de agosto de 2013

¿Por qué a menudo vemos belleza en la tristeza?

Se que es engañarme. Es mentirme.
Es mentir a los demás, cada vez que sonrío mientras todo se derrumba en mi interior.
Tengo una forma curiosa de afrontar las cosas, engañarme hasta el punto de que cuando sea consciente de mi propio engaño ya sea demasiado tarde para solucionarlo. Espero.
Es mi manera de huir, de esquivar las decisiones, las elecciones.
Siempre hay algo de lo que arrepentirse, siempre hay un error por cada decisión.
No pensar, ponerme un velo tras otro para no poder ver lo que realmente siento. No lo se ni yo.

Me necesito, te necesito, pero ni estoy ni estás, ambos desaparecimos hace mucho tiempo.
Ahora grito en silencio no se muy bien a qué ni a quién, es extraño, siempre me equivoco.
Duele echar de menos tantas cosas.

Ya no arriesgo por nada,
ya no arriesgo por nadie,
pero esto no fue culpa mía. Venía en el lote.
Antes no era así, antes me movían los sentimientos más que a nada, joder si crees en ello persiguelo hasta conseguirlo, da igual todo lo demás, da igual si no lo consigues al final.
Si creía en algo lo perseguía con los ojos cerrados por mucho que me estrellara, porque esa esperanza me mantenía despierta. Creía en mí y no necesitaba más.
Y ahora mírame, no creo en nada, ni siquiera en mí misma.
Creo en el fracaso y la impermanencia.
Todo termina y nadie permanecerá a tu lado por siempre. Nadie.

Antes mis ojos brillaban con la ilusión de la niña que era.
Es confuso, cuando me encuentro cara a cara conmigo misma y no se como reaccionar. Me asusta.
Sigo teniendo un miedo atroz a la soledad.


jueves, 1 de agosto de 2013

10 días. Y que pare el tiempo en un instante eterno.



Por primera vez en mucho tiempo he vuelto a desear que realmente se parase el tiempo.
Y eso se lo tengo que agradecer a todas las personas y personitas con las que he compartido estos 10 días tan increíbles, en los que he aprendido un montón de cosas, como monitora y como persona.

Recuerdo el primer día en el bus, con miedo hasta de los niños, sintiéndome como la más niña de todos y preguntándome si sería capaz de hacerlo bien.
Lo cierto es que los primeros días fueron algo extraños, pero desde el primer momento ese fantástico grupo de monitores nos trato como si siempre hubiéramos formado parte de él y esa calidez y confianza se notan mucho y marcaron una gran diferencia.
Conforme han ido pasando los días hemos cambiado mucho e inevitablemente también fuimos cogiendo cariño a todos los que estaban conviviendo con nosotras.

A los monitores, agradecer ese apoyo y confianza que, sin tener por que, depositaron en nosotras, esas noches de risas juegos y bromas, a más de uno se le ha puesto morenito el culo en estos días. Y esas charlas (especialmente con dos de ellos) que tanto me han hecho pensar y descubrir cosas que antes ni siquiera era capaz de ver.
Sin Fanny, mi compi de prácticas tampoco habría sido lo mismo (porque todas las "novatadas" habrían sido dirigidas hacia mí...) no se como me habría ido sin tener una pequeña confidente que me ayudara y comprendiera en todo momento... Las risas que nos hemos echado juntas estos días no han sido pocas, me alegro de que fueras tú.
Gracias a todos por enseñarnos tanto.

A los pequeñajos bueno, simplemente cada uno de ellos es más increíble que el anterior, también he aprendido muchísimo de ellos y recordado otras tantas cosas que creía olvidadas, pienso que es importante no alejarse demasiado de los niños, pues poco a poco se acaba apagando una parte muy importante de uno mismo que luego es difícil de recuperar. Si bien es cierto que muchos de ellos acabaron con nuestra paciencia, no hay nada que no se pueda arreglar cuando te miran con esa sonrisa que les ilumina la cara, les voy a echar muchísimo de menos, a todos ellos. Cada uno tenía algo diferente que le hacía único y especial.
Y más en concreto a los Monsterjeans que fue el grupo con el que más tiempo estuve, a ellos y a su teacher, la mejor lección que me llevo de los monitores es la de disfrutar como el que más haciendo su trabajo.

Que son muchos días, conviviendo en nuestra propia burbuja apartada de todo con gente que no conoces de nada y que se acaba convirtiendo, quieras o no, en tu pequeña gran familia temporal... Echaré de menos las buenas noches, los abrazos mañaneros, las putadas, las siestas y cafés, las risas y sonrisas a cada instante, las conversaciones tan profundas... Todo.
El ser feliz con tan poco.
Y hay más de un niño y niña del que me voy enamorada.
No se si habré aprendido todo lo que podía llegar a aprender, pero desde luego he aprendido mucho más de lo que esperaba que iba a aprender en un sitio así.
Una vez más, muchísimas gracias. Me alegro de haber tenido la oportunidad de conoceros.



Y espero volver a veros.

lunes, 11 de marzo de 2013

Por ti, he dejado de ser yo.

Algo que tú nunca entenderás, al igual que el resto de personas "que no respetan la libertad de los demás" cuando se consideran con el derecho suficiente para ello es que seguramente ninguno de ellos quiso llegar a golpear a su pareja y ni otras cosas...
-Eso yo nunca lo haría intencionadamente
Y yo me lo creo. Pero el problema no es ese, el problema es que llegues a tener un comportamiento tan agresivo con esa persona tan a menudo ya que es algo que, aunque tú lo consideres normal, no lo es. Al igual que insultarla de la manera en que tú has hecho, por mucho que consideres que lo merece, que es culpa suya o que lo ha provocado... Tampoco es normal.
Nunca hay suficientes motivos para que ninguna de estas dos cosas estén justificadas. Jamás.
Para mí tampoco es normal ni está justificado el hecho de perseguir a esa persona, agarrarla o impedirle el paso, ni controlarla hasta el punto de entrometerte en su intimidad, prohibirla hacer ciertas cosas o obligarla a sacar de su vida a algunas personas, ni dejarla en evidencia delante de tus amigos.
Pero desgraciadamente esto sí que es normal y justo en muchas parejas hoy en día, por lo que no me voy a meter en ello.
No puedes tratar así a nadie, nunca, bajo ningún concepto, ni siquiera aunque sea esa persona la que te lo permite; en especial si es así.
Porque es totalmente contradictorio que digas:
- Te quiero con locura, más de lo que nunca había llegado a querer a nadie.
Y luego machaques a esa persona hasta conseguir apagar esa "luz" interior que brillaba en ella, que la caracterizaba, solo para conseguir tus propios intereses. Porque por mucho que se diga que es por la relación, someter a esa persona hasta esos límites (aunque tú tampoco hayas sido mejor que ella cometiendo errores) solo para que tú puedas estar bien a sabiendas de que esa persona está sufriendo... Es preocuparte por tus propios intereses.
Eso no es amor. Eso es un vicio, una obsesión y un gran error.
No dudo que me quisieras en su momento, que de verdad tuvieras ilusión en esto ni que me hicieras feliz, muy feliz... Joder, ambos la teníamos y estábamos contentos juntos, nos queríamos muchísimo... Incluso podría atreverme a decir que nos amábamos.
Pero hubo un momento en el que tu inseguridad y mi forma de ser transformaron eso tan bonito en algo fatal, en una relación totalmente cancerígena, si es que podía seguir llamándose relación.

Que, lo creas o no, te quiero como hacía mucho que no quería a nadie y como nunca pensé que podría llegar a quererte...
Por ti, he llegado a perderme a mí misma, he llegado a sentirme culpable por estar contenta cuando no estás a mi lado, he llegado a ser como tú querías que fuera y a ceder en muchas de tus presiones e incluso a perder a varias personas realmente esenciales en mi vida...
Por ti, he dejado de ser yo.
Para convertirme en algo horrible, en aquello que siempre he odiado... Que cuando estoy a tu lado me convierto en algo que realmente aborrezco, en ese tipo de persona que siempre he querido tener lejos. Y se que tú tampoco has salido mucho menos perjudicado de esto...
Me cuesta tomar una decisión tanto que nadie se hace una idea siempre he sido así, respecto a todo... Porque no aprendo ni a palos y olvido todo lo malo recordando siempre lo bueno y dejándome llevar por lo que siento, cuando debería ser:
Recordar lo bueno y olvidar lo malo, pero nunca a los que fueron malos.
Tanto para mí como para ti.
Por lo que esta actualización es en parte para recordarme que esto es la decisión definitiva (que de hecho has tomado tú en un principio) pero esta vez no te voy a permitir echarte atrás ni voy a suplicarte que "me" des otra oportunidad... Se que nos va a costar demasiado, por lo menos a mí, pero te prometo que voy a ayudarte con todas mis fuerzas a que esto sea el final, un punto y final.
Y no un punto y aparte.


Te quiero y ya te echo de menos, pero esto nos estaba destrozando... Lo siento.
Espero, sinceramente, que algún día nuestras vidas se vuelvan a cruzar.